1. Inicio
  2. Nuestro Colegio
  3. Carácter Propio - FEyE

Carácter Propio – FEyE

CARÁCTER PROPIO

El colegio tiene una identidad propia, unas señas que marcan la diferencia de los centros de la Fundación Educación y Evangelio (FEyE) con relación a otros centros. Este carácter propio lo articulamos en cinco elementos:

  • Nuestra MISIÓN: la misión de la Fundación es continuar la herencia recibida de las congregaciones religiosas apostando por una educación cristiana. En nuestro caso, seguir con la herencia recibida de las Hijas de la Caridad.
  • Nuestra VISIÓN DE FUTURO: Queremos que nuestros alumnos estén formados de una forma integral, que tengan una visión crítica y optimista del mundo, que ante todo sean personas.
  • Nuestro VALORES: El cuidado de la fe como valor que vertebra sus vidas, alumnos solidarios y comprometidos con el mundo y competentes en el mundo que les toca vivir.
  • Nuestros RASGOS DE IDENTIDAD: Que tengan a Jesús como su gran Maestro y modelo a seguir, que sepan trabajar con los demás y se sientan parte de la Iglesia.
  • Nuestra CULTURA ORGANIZATIVA: Queremos que nuestros alumnos y nuestro colegio (también los profesores y las familias) se sientan parte de un proyecto en el que cada uno puede y debe aportar lo mejor que tiene. Por eso es tan importante vuestra colaboración como familias dentro del centro donde se están educando vuestros hijos. Si ellos descubren vuestra implicación en el colegio verán que todos formamos un gran equipo y eso les ayudará.

 

El estilo educativo de los centros vicencianos se inspira en los fundadores de las Hijas de la Caridad, Vicente de Paul y Luisa de Marillac (Francia 1633).

Ellos, supieron descubrir y realizar la voluntad de Dios, dando respuesta de forma creativa y audaz, a las necesidades sociales de su tiempo, surgiendo así las primeras Escuelas Vicencianas.

Principios que definen el estilo educativo y que permanecen en nuestro centro:

  • Formación integral de los alumnos/as de acuerdo con una concepción cristiana de la persona, de la vida y del mundo.
  • Opción por los más débiles en su nivel económico, social, cultural o cualquier otro tipo de necesidad.
  • Vivencia de los valores evangélicos a través de los cuales revelamos que Dios nos ama.
  • Relaciones y clima educativo basados en la sencillez.
  • Compromiso por la justicia y la solidaridad universal, con una participación activa en la transformación y mejora de la sociedad.
  • Valoración del saber como medio para servir mejor a los demás.